Muñeco Chulapo

¡Hola! Regresé ayer de mi viaje familiar y no tenía ganas de volver, ¡lo pasé muy bien! Además, estuve en un mercadillo de antigüedades que se celebra semanalmente y vi varias muñecas de porcelana muy bonitas, como las The Classique Collection que me regaló mi padre (precisamente fue allí donde las compró), así como una Marujita de Famosa de 1973 en muy buen estado, una Rosaura de Jesmar de los 80, una Pocas Pecas Loca Loca de 1992 en perfecto estado, entre otras muñecas antiguas o más modernas. El caso es que no compré ninguna porque no tengo mucho dinero y prefiero centrar mi colección en muñecas que me llenen realmente, porque si comprara todas las que me gustan, ¡no cabríamos en casa y tendría deudas!

Además, estuve en diversos hiper bazares orientales y me sorprendí gratamente, ya que no solamente había muñecas de imitación y producción china, sino que encontré unas preciosas muñecas bebé realistas que se veían de muy buena calidad y me llamaron la atención. Miré sus etiquetas y vi que las fabrica la firma Muñecas Manolo (también llamada Manolo Dolls), que se encuentra en la villa alicantina de Onil, el polo de producción de muñecas en España desde hace siglos. Para la calidad que tienen su precio no era excesivamente elevado, pero no compré ninguna porque no son de mi estilo, a pesar de que me encandilaron.

Y ahora sí, hoy vengo a presentaros un muñeco perteneciente a mi colección. Se trata de un pequeño muñeco vestido de chulapo, es decir, con el traje regional madrileño. 

Mide 22 centímetros, es de mediados o finales de los 60 y está fabricado en plástico, a excepción de la cabeza, que es de goma, y presenta articulaciones en cabeza, brazos y piernas.

Este muñeco tiene una historia detrás, llegó a casa hace ya unos cuantos meses, ni siquiera había estallado la pandemia de coronavirus. Lo trajo mi padre, que lo había encontrado en la basura. Llegó verdaderamente sucio, lleno de mugre y polvo, aunque él me dijo que antes de cogerlo lo había limpiado un poco, ya que tenía hasta telarañas.

El caso es que lo adecenté un poco, le limpié la cara con ahínco, pues estaba que daba verdadero asco, así como el pelo y la ropa, pero superficialmente, puesto que está cosida al cuerpo o clavada con alfileres, en el caso de la gorra. Es una verdadera faena porque no ha quedado todo lo limpio que yo quisiera, pero ha mejorado con creces en relación al estado en el que lo recibí.

Como veis, no es que esté reluciente, pero os aseguro que el color imperante en la ropa era el marrón.

Las manos evidencian que se produjo en un plástico barato, de una calidad más bien baja.

Su cara es muy aniñada y mofletuda. Sin duda lo que más resalta son sus ojos, quizá os hayáis dado cuenta del por qué. Uno es verde y el otro azul, lo cual es muy raro. Además, el azul parece estar mal colocado, un poco salido, cosa que no deja de asombrarme. ¿Sería algún error a la hora de poner los ojos en la fábrica, o bien tengo en mis manos un muñeco defectuoso? Es todo un misterio. También me hacen gracias sus orejas, las veo bastante grandes en proporción a su cara.

Como veis, no tiene ninguna marca en la nuca, y dudo que tenga alguna en el cuerpo, que no puedo examinar porque la ropa está cosida. El caso es que no encuentro modo de identificar al muñeco, pero deduzco que fue fabricado por alguna empresa poco conocida, quizá especializada en muñecas regionales, que eran souvenirs muy de moda en aquella época. También podría ser de BB, por similitud con la cara, pero no puedo afirmarlo.

Os dejo unas fotos de este chulapo, que este año no ha podido celebrar San Isidro y, además, de chulo no tiene nada, ¡se le ve en la cara!:

Este es el único que he encontrado, es rubio pero se ve claramente que se trata del mismo muñeco:

Fotos: todocoleccion.net.

Espero que os haya gustado.

¡Hasta la próxima!