lunes, 23 de agosto de 2021

Quitando manchas

¡Hola! Llevo muchísimo tiempo sin hacer acto de presencia por aquí, aunque no he dejado de lado el mundo bloggero, ya que he seguido visitando vuestros blogs, a excepción de las semanas que he estado fuera de casa, haya sido por estudios u ocio (aunque lo primero acaba ligado a lo segundo).

Lo cierto es que, al principio, tenía una sensación extraña al no publicar ninguna entrada cuando estaba en casa y tenía tiempo libre, ya que procuro actualizar el blog todas las semanas, a no ser que una causa mayor me lo impida. Me sentía mal por tener mi blog "abandonado", después de haberle puesto tanta dedicación a lo largo de los años y, además, por no haberos avisado de que haría un parón estival, pero es que realmente no lo tenía planeado, ya que mi idea era seguir publicando cuando volviera a casa, pero no fue así. 

Con el paso de las semanas vi las cosas de otra manera y consideré que no estaba mal lo que hacía, porque es como si el blog se hubiese convertido en una obligación para mí y yo buscaba en él totalmente lo contrario. Es por ello que decidí ponerme a otras cosas, porque también tengo otras aficiones, disfrutar de estas vacaciones (ya que el próximo curso es el último y voy a estar verdaderamente atareada) y, de paso, preparar algunas entradas, ya de cara al otoño.

Pues justamente una de las cosas con las que he estado ocupada es la restauración de una de mis Mari's, en concreto la morena. Creo recordar que, en su entrada, ya os comenté que llegó a casa con manchas de tinta, supongo que provocadas por el desteñido de la ropa que tenía puesta. Lo que me dio bastante coraje es que me enteré yo misma al quitarle la prenda; es decir, la persona que me la vendió no informó de nada en el anuncio, y no sé si fue porque no le había cambiado la ropa y no lo vio o fue con malicia... Aún así, no sé si, de haberlo sabido, la hubiese dejado pasar, porque la tenía en mi lista de deseos y es difícil de encontrar, al estar descatalogada. 

Fue en abril cuando compré la crema que se utiliza para este tratamiento, pero esperé hasta mediados de julio para ponerme a ello, ya que en ese momento tendría semanas libres en casa hasta agosto y, al ser verano, haría buen tiempo casi todos los días. Necesitaba estar prácticamente todos los días en casa para controlar el proceso, cambiar y aplicar más producto. 

Os dejo las fotos en las que veis cómo estaba antes de comenzar el tratamiento: 











No es que se vean perfectamente, pero os podéis hacer una idea de lo feas que eran esas manchas, de un color azul oscuro, aunque el vestido que llevaba era negro. La verdad es que era una pena que, por estas manchas, que son bastante visibles, no pudiese lucir el mono verde que le puse o cualquier otra prenda más abierta y veraniega. 

Ahora os dejo al supuesto responsable: un vestido de Berjuan que me costó identificar pero, por azares y vueltas que da una en la red, logré encontrar. Pertenece a un modelo de la muñeca Gretta (actualmente llamada Fashion), que fue lanzada en 2017.



Me sorprendió, y para mal, que la ropa de las muñecas Berjuan pueda causar estos problemas... 



Seguí las instrucciones que leí en varios blogs de muñecas y comencé el tratamiento, aplicando y cambiando cada día la crema sobre las manchas, hasta que pasaron cinco días y empecé a cambiarla cada tres o cuatro. 

El caso es que, el primer día, cuando salí al balcón y cogí la muñeca no solo la noté muy caliente, sino que el vinilo estaba blando y maleable. Esto me preocupó mucho, ya que pensaba que, al estar expuesta a un sol abrasador de julio durante horas, se iba a derretir el material, que es duro y pesado. Después lo pensé mejor y me di cuenta de que lo único que estaba pasando era que el vinilo experimentaba un proceso de dilatación por el aumento de temperatura. De hecho, cuando llevaba ya unas horas en mi habitación, a la sombra, el material volvía a tener las propiedades de siempre. Es por este motivo que tapé todo el cuerpo sin manchas con toallas a partir del día siguiente, y la diferencia fue considerable. 

Debo reconocer que, al principio, andaba un poco desanimada porque cada día que le cambiaba la crema notaba cambios muy ligeros o nulos. Creía que no tendría efecto el tratamiento y todo el esfuerzo sería en vano pero, al hacer fotos del antes, noté la diferencia, y mucho. A continuación podéis ver cómo estaba justo una semana después de empezar el proceso: 





Yo misma me sorprendí al ver cómo se habían difuminado las manchas. A las del cuello no les hice foto porque desaparecieron en un par de días, como unas pequeñas bajo la barbilla. Las otras eran más difíciles de eliminar, pero ver estos resultados me dio esperanzas y ganas para seguir. Además, por lo que leí en los tutoriales, el proceso duraba más de quince días, así que haber llegado a ese punto en tan solo una semana me hizo mucha ilusión. 









Y este es el punto en el que estamos ahora y, por el momento, el definitivo. Tenía pensado parar el tratamiento a los veinte días, pero vi que algunas manchas aún persistían, aunque ya de forma leve, y decidí continuar. También os comento que estuve una semana de viaje y le dejé la crema puesta todos esos días, con la esperanza de que hubiese logrado eliminar la totalidad de las manchas al volver a casa.

Fue así en casi todos los casos, ya que las de alrededor del cuello han desaparecido, pero hay dos que aún se aprecian, aunque poco. Se trata de la del interior del brazo derecho, que era bien grande, y la de debajo del brazo izquierdo, con un tinte muy intenso. Me hubiese gustado que se fueran por completo pero, dado que ya llevaba un mes con el tratamiento, creí que poco más se podría hacer. No obstante, quizá en un futuro vuelva a intentarlo, ya centrándome solamente en esas dos manchas, y puede que se vayan. Aún así, estoy contenta con el resultado, porque no hay punto de comparación entre el antes y el después.








Me apenaba tener una muñeca tan bonita con unas manchas tan feas y visibles, así que me alegro mucho de haberle dado un poco de mimo; es verdaderamente ilusionante invertir tiempo en arreglar una muñeca. Ahora, tanto ella como yo estamos muy satisfechas y ya se ve que luce más cómoda la ropa.

Espero que os haya gustado.

¡Hasta la próxima!